We Will es nuestra marca en Tarragona

Ignasi Cañagueral

Un año de contrastes

El 2022 se dividió en dos partes muy diferenciadas. La primera mitad de año fue bastante buena en línea con el 2021, mientras que la segunda mitad fue francamente negativa, sobre todo en Europa, debido al conflicto de Ucrania y los elevados costes energéticos. Estos factores repercutieron en la Compañía y en muchos de nuestros clientes, quienes usaron el inventario que tenían, evitando comprar material nuevo.

La situación de finales de 2022 hacía prever que 2023 iniciaría de forma similar, lo que provocó un profundo análisis de la situación y la decisión de adoptar medidas proactivas de contención de costes, estructurales y tácticas, con el objetivo de seguir siendo competitivos y adaptarnos a las necesidades del mercado.

Tarragona en 2022

Empecemos por nuestra prioridad principal: la seguridad. En 2022 tuvimos buenos resultados a nivel de seguridad personal, sin accidentes relevantes, y, en cuanto a seguridad de procesos seguimos avanzando para alinearnos a estrategia de la organización.

En términos de operación, nuestras plantas funcionaron muy bien. Después de la gran parada que hicimos en 2021 en las plantas del Cracker y Octeno, durante 2022 pudimos confirmar que la inversión que supuso era clave. Estas plantas son estratégicas para Dow y son las que en la segunda mitad del año funcionaron a mayor rendimiento en Europa.

Asimismo, quiero destacar la ampliación de la planta de Poliglicoles que iniciamos en 2022 y que ha visto la luz en 2023, aumentando su capacidad de producción.

La situación de la industria europea

Europa sigue en el punto de mira. Estamos en un continente con unos costes estructurales más altos que otras regiones del mundo. Funcionamos con unas políticas menos pro-industria, donde no se ven todavía los frutos de las subvenciones de los next-generation. El despliegue sigue siendo lento, y eso preocupa. Sobre todo en un escenario en donde, hasta ahora, Europa era líder en descarbonización, circularidad, transición energética y ecológica.

La decisión de EE. UU. de implantar el proyecto de ayuda a la industria estadounidense, el Inflation Reduction Act, que consiste en medidas de soporte a la economía verde, ha cambiado el tablero internacional. Esta legislación es muy ambiciosa, ya que pone a competir a las empresas en materia de ubicación industrial y puede tener impacto en la deslocalización de industrias y en las decisiones de inversión.

Los retos para alcanzar la neutralidad climática

Mientras nos enfrentamos a aspectos coyunturales tan serios como los descritos, sabemos que en 10 años te-nemos que ser diferentes de lo que somos ahora. Estamos llamados a reducir el CO2 y a ser más circulares, y eso requiere políticas pragmáticas y realistas, que consideren tecnologías puente para lograrlo. Los países del norte de Europa ya apoyan dichas tecnologías, pero en España no se ha llegado a este punto. Necesitamos la colaboración de la administración nacional y las autonomías para que nuestra industria pueda cumplir la transformación.

En Tarragona, hemos hecho muchos avances en nuestro objetivo de alcanzar la neutralidad climática, en torno a tres líneas fundamentales: la primera es la definición interna y el soporte por parte de Dow de nuestra la hoja de ruta, es decir, de los proyectos que tenemos que implementar para ser circulares. La segunda, es en colaboración con otras empresas, especialmente si poseen crackers en España. Y la tercera es la labor de convencer, de explicar, de hacer pedagogía de nuestro plan a las autoridades, porque nos falta ese soporte a nuestra hoja de ruta.

Hemos hecho avances, pero tenemos mucho camino por delante, con los ministerios competentes. Nuestras autoridades nacionales necesitan comprender que para que Dow decida invertir en Tarragona y en sostenibilidad, el soporte de la administración es fundamental. Eso significa que estas inversiones tecnológicas se reflejen en los planes del gobierno y que cuenten con subvenciones, como sucede en otros países.

Prioridades de Tarragona

Hablar del presente y del futuro próximo es complejo, debido a las circunstancias que son externas a Dow, pero que nos impactan, así como al resto de la sociedad. Si hay un punto que desde Tarragona tenemos muy claro es nuestro “We Will”. Pero, ¿qué es “We will”? Es una actitud, es nuestra forma de ser y de actuar, de afrontar los retos y de convertirlos en oportunidades que nos permitan ser mejores. Yo lo defino como la suma del compromiso y la flexibilidad de nuestro equipo.

Es nuestra marca. Es lo que nos ha hecho crecer y que seamos un punto de referencia. Cuando Dow se dispone a hacer algo nuevo, diferente y complicado, piensa en Tarragona. Nuestra gente y actitud nos hacen diferentes.

Desde este “We Will” trabajaremos para ayudar a los objetivos de Dow en cuanto a reducción de costes y mejora continua en todos los ámbitos de la seguridad.

Tenemos la suerte de ser un gran equipo que trabaja para garantizar que el Complejo Industrial de Tarragona tenga un futuro, y que éste sea brillante, sostenible y seguro.